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Acerca de este blog

Desde que tengo uso de razón que escribo, hago música y dibujo. No puedo precisar el momento en que comencé con todo esto; me recuerdo escribiendo canciones ya de chico, dando a leer mis cuentos a compañeritos de primaria, haciendo historietas y actuando en obritas que armaba con chicos del barrio. Con seguridad, ya me ocupaba en esto a los nueve años. De antes, imposible acordarme. En la actualidad, ya dejé de dedicar el tiempo necesario a estos amables vicios. Como la mayoría, supongo, echo la culpa de mi limitado compromiso a la falta de tiempo; pero lo cierto es que también soy perezoso. Lo cual, sin embargo, no me impidió acumular una buena cantidad de material en los últimos diez años (aunque en honor a la verdad, la mayoría de este material está inconcluso o es de baja calidad). Nunca me movió el afán de publicar mis cosas. Si hubiese tenido la oportunidad, confieso, lo hubiese hecho; pero es algo que nunca me quitó el sueño, y que, a la larga, acabó sumando a mi estancamiento y pereza natural. Hoy, sin embargo, no veo mal compartir mis cosas con otros, y aunque no dejo de ser vago y perezoso, encuentro que los blogs (a los que recién estoy descubriendo) me permiten la oportunidad de acercarme a otros con paciencia y sin apuro.

Este blog consiste en esto entonces, un espacio para compartir parte del material que vengo acumulando de modo irregular durante tantos años. Espero, a su vez, que la obligación de publicar actúe como incentivo para abandonar la soñolencia creativa en la que me encuentro –pero eso se sabrá con el tiempo, y no es mi objetivo principal por ahora.

Por supuesto, agradezco todo tipo de comentarios, buenos y malos (los años me enseñaron a aceptar y a valorar las críticas), y me comprometo, como es mi costumbre, a utilizar la sección de comentarios como un foro para interactuar y entablar diálogos y no como una colección de pareceres estancados y olvidados.

Asimismo, tengo en mente utilizar la columna lateral como espacio para incluir vínculos y hacer referencia a contenidos ajenos que encuentre de valor. Espero poder publicar una vez a la semana por lo menos. Veremos qué pasa. Por el momento, les doy la bienvenida. Espero verlos seguido por acá.

Blas (2008)

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Hello (cómic)

H ace unos días publicamos en Exégesis un brevísimo cómic creado junto al fantástico artista colombiano Altais . No es más que una mínima vuelta de tuerca al tema de la inteligencia artificial, tocada (creemos) con una pincelada de humor. Sin mayores preámbulos, ¡que lo disfruten! Leer en Revista Exégesis . Leer en mi galería de cómics . O cliquear debajo para leer en Issuu: Open publication - Free publishing - More altais

El perro triste (cuento)

T enía 17 años cuando tomé la decisión de escribir con asiduidad. De aquella época guardo en mi computadora una carpeta titulada Primera etapa , con un puñado de cuentos escritos entre 1993 y 1995, y que desde el 2000 a esta parte tenía prácticamente olvidados. Durante años, estos cuentos me avergonzaban por su ingenuidad; cuando los escribí, sin embargo, era otra persona y ya no los siento propios. Esto me permitió volver a ellos con menos prejuicios, y hoy creo que se merecen un mejor final que morir arrumbados en un disco rígido ya bastante repleto de cosas olvidadas. Así que decidí revisar toda esta serie -y disimular sus más claras imperfecciones- para publicarla en este blog. Se trata de unos diez cuentos vagamente entrelazados, y mi intención es publicar uno nuevo cada dos semanas, sin ningún orden definido. El primero es el que da nombre a la serie, que había llamado Cuentos de un perro triste. De modo que empecemos: EL PERRO TRISTE Nadie se había puesto de acuerdo en un nombre

El origen de lo ‘bueno’ y lo ‘malo’

E n su 'Genealogía de la Moral', Nietszche proponía la lúcida hipótesis de que las palabras de contenido moral fueron acuñadas por las clases poderosas como un modo de denominarse a sí mismas y de caracterizar sus acciones. Luego, tras la decadencia de esas clases dominantes, las palabras habrían quedado ligadas únicamente a valoraciones morales. Como la mayoría de los ejemplos que da Nietszche provienen del alemán, del inglés o del griego, me tomé el atrevimiento de investigar acerca del origen de los términos ‘bueno’ y ‘malo’ en el castellano. Tal vez mis conclusiones sean apresuradas dado mi escasa (está bien, mi nula) preparación filológica, pero por lo menos, he dado con algunas relaciones sugestivas. A saber: La palabra ‘bueno’ proviene del latín ‘bonus’, que, entre sus muchas acepciones incluye la de ‘rico’, ‘adinerado’. Así parece haber sido utilizada por Cicerón, en “Video bonorum urbem refertam” (“Veo que la ciudad está invadida de ricos” –o, forzando la literalidad