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Pensamientos usurpados 41: ¿El poder te cambia o te domestica?


Querido Presidente Obama:

Nada que no sepa, pero déjeme que se lo diga: el mundo es un lugar raro. En mis años de juventud hubiese dicho ‘alocado’, pero eso era cuando creía que ser alocado estaba bueno y me lamentaba por no serlo.

A lo que voy es, ¿alguna vez se pone a pensar en cómo llegó hasta donde llegó? Y no me refiero al salón oval, aunque sin dudas esa también es una historia rara de por sí.

Después de todo, usted era líder comunitario y profesor constitucionalista, y si se detiene a pensarlo un segundo, mire dónde terminó: está usando drones para asesinar a gente a la que usted selecciona personalmente como blanco. Y no sólo ha estado a cargo de la inverosímil guerra robótica en Pakistán, Somalía y Yemen, sino que además la ayudó a crecer y  evidentemente considera extenderla a Mali, y tal vez incluso a Libia. […]

Entiendo que los seres humanos somos terribles prediciendo el futuro. Igualmente, si yo le hubiese dicho allá por el 2003 que, frente al desgaste de un gobierno criminal, votaríamos a un abogado constitucionalista para la Casa Blanca como ‘candidato pacificador’ y que éste haría lo que usted viene haciendo hasta ahora, no me lo hubiese creído, ¿no es así? Y si le hubiese dicho que ése sería usted, le apuesto lo que sea a que se hubiese reído hasta más no poder. […]


Tom Engelhardt (11 de diciembre de 2012) “The Barack Obama story.” Le Monde diplomatique-English edition.



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