Deseo iniciar este blog con un cuento mínimo, uno que aprecio particularmente, y que, como muchas de las cosas de mediano valor que llevo escritas, me fue inspirada en un sueño: SUEÑO DEVUELTO Y entonces me miró, y con ojos enormes, cansados pero satisfechos, me dijo: -¿Dónde anduviste? Te estuve esperando. La joven forastera me confesó que hacía años me esperaba. Dijo que había visto mi rostro en un sueño, tiempo atrás, cuando niña, y que desde entonces aguardaba por mí. En principio no pude creerle. Ella sonreía y sus manos extraviadas no se decidían a estrecharme . Finalmente, luego de desvestirla y amarla, nos dormimos. Entonces tuve un sueño; me encontré en un gran parque sentado sobre el césped, y vi a esta niña de enormes ojos oscuros que me miraba. Me puse de pie y me acerqué hasta ella. -Ten paciencia -le dije-, aguarda hasta crecer, y entonces volveremos a encontrarnos. Por la mañana, al despertar, ella descansaba a mi lado entre las sában