E n estos días en que todos los análisis políticos se entregan a la tarea de delinear la figura de Néstor Kirchner apelando a lo que fue, a sus aciertos y desaciertos, me animaría a contribuir con una caracterización que parte desde un lugar distinto. En vez de dirigir la mirada sobre el ex presidente y su gestión (presidencial y pospresidencial), preferiría echar el ojo sobre el contorno de eso que suele llamarse kirchnerismo. Ese contorno que no es trazado por la posición política del ex presidente, sino por la presencia de los otros, de quienes se dicen kirchneristas y de quienes no. Observar con atención este contorno dice muchas cosas. Los kirchneristas: una mayoría de organizaciones de trabajadores y sindicatos (de uno y otro lado del espectro sindical); buena parte de los organismos de derechos humanos (incluyendo los más emblemáticos y representativos de nuestro país); gran cantidad de organizaciones sociales (de aquellas que se multiplicaron bajo el influjo arrasador de las p