H e estado haciendo traducciones desde antes de que mi manejo del inglés fuese decente. Y luego, cuando ya me podía entreverar con piezas de toda calaña sin demasiado esfuerzo, llegué incluso a tentarme con la posibilidad de tomar algunas comisiones y despuntar el vicio a cambio de unos morlacos. No tardé en darme cuenta de que no iba a haber forma de disfrutar de esto traduciendo sitios de hotelería y manuales técnicos. Mi tiempo siempre valió demasiado como para perderlo en banalidades asalariadas. De modo que solo seguí castellanizando aquello que considero valioso. Pero nunca como este año me comprometí tan profundamente con esto, hasta el punto de poder sentir que me honra ser el primero en acercar al español a autores aún ignotos pero con proyección asegurada, como Jonas McCluggage, Neil Cohn y Sarad Sharma. Jonas McCluggage es un buscavidas veinteañero que comenzó a narrar sus peripecias adolescentes en el webcómic ‘The adventures of Jonas’ (Las aventuras de Jonas) aún antes