A menudo mis sueños tienen el mismo tema: un careo entre mi padre y yo. Cuando estaba en la escuela, y después del colegio, mi padre entraba a mi cuarto para ver si hacía mis deberes. Me sorprendía leyendo Dostoievski, por ejemplo, o quizá 'Los tres mosqueteros'. Se enfurecía, hojeaba mis cuadernos. No había en ellos más que principios de poemas, o caricaturas. Pues bien, he soñado con algo análogo. He soñado que mi padre me decía: "Has triunfado en la vida. Eres célebre. Yo estoy muerto. Pero he oído hablar de tí. ¡Muéstrame lo que has hecho!" Entonces abro un cajón, y le muestro hojas de papel apenas escritas, caricaturas, papeles amarillentos, papeles rotos: ¡nada! Creo que todo lo que he hecho, y creo que todo lo que ha hecho el mundo, es absolutamente nada. Eugène Ionesco (2002) El Hombre Cuestionado.