La forma de ver el mundo cambia cuando uno está en contacto con chicos (de esto puede dar fe cualquier docente); pero nada transforma más la mirada sobre el mundo como tener un hijo. Siempre disfruté la literatura infantil, pero ahora más que nunca. Además, por las exigencias de mi hija tuve que pasar de recitar "The Walrus and the Carpenter" a improvisar mis propias rimas, que después fueron madurando hasta volverse pequeñas poesías para chicos –y que yo disfruto grandemente. Este es uno de esos casos. Cada estrofa va acompañada de una ilustración. Agrego nada más que la primer imagen, aunque sin colorear. Que la disfruten [1].
El Zar Karpov
Zar Karpov se escapov
Pateando desde Rusia;
Vino a pie y se quedov
Con las patas sucias.
Zar Karpov escalov
Los Alpes Pirineos;
Con tierra se ensuciov
Las plantas y los dedos.
Zar Karpov navegov
La mar entre galernas;
La sal le resecov
Los pelos de las piernas.
Zar Karpov atracov
En el puerto del Plata;
Y el agua le dejov
Olor feo en las patas.
Zar Karpov se tomov
En Once el tren Sarmiento;
Del tufo que largov
Nadie le dio el asiento.
Zar Karpov decidiov
Bajarse con la gente,
Y a todos preguntov
Si cerca había una fuente.
Zar Karpov terminov
En la estación Morón,
Y allí se remojov
Las patas con jabón.
[1] ¿Es necesario aclarar que TODA poesía DEBE leerse en voz alta?
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