E n su 'Genealogía de la Moral', Nietszche proponía la lúcida hipótesis de que las palabras de contenido moral fueron acuñadas por las clases poderosas como un modo de denominarse a sí mismas y de caracterizar sus acciones. Luego, tras la decadencia de esas clases dominantes, las palabras habrían quedado ligadas únicamente a valoraciones morales. Como la mayoría de los ejemplos que da Nietszche provienen del alemán, del inglés o del griego, me tomé el atrevimiento de investigar acerca del origen de los términos ‘bueno’ y ‘malo’ en el castellano. Tal vez mis conclusiones sean apresuradas dado mi escasa (está bien, mi nula) preparación filológica, pero por lo menos, he dado con algunas relaciones sugestivas. A saber: La palabra ‘bueno’ proviene del latín ‘bonus’, que, entre sus muchas acepciones incluye la de ‘rico’, ‘adinerado’. Así parece haber sido utilizada por Cicerón, en “Video bonorum urbem refertam” (“Veo que la ciudad está invadida de ricos” –o, forzando la literalidad...
Comments
Muy buen blog, inteligente sobre todo.
Saludos
Interesante punto de vista el tuyo. Es cierto que la humanidad como rasgo meta-biológico no presenta menos complejidad que la definición de inteligencia. En definitiva, lo que la AI parece buscar es la reproducción de conductas intelectuales humanas (antes que inteligencia en un sentido más amplio). Pero como vos bien señalás, qué se tiene en mente cuando se piensa en inteligencia humana implica siempre un límite un tanto arbitrario. Creo que es en este sentido en el cual el Test de Turing continúa teniendo vigencia, más allá de sus propias limitaciones. En definitiva, solemos considerar humanos a aquellos que no nos permiten sospechar lo contrario.
Un abrazo.