El inclasificable William Blake escribió mucho sobre la infancia y la maternidad. Para el día de la madre, no encontré nada que me agradara más que volcar la traducción de uno de sus cantos de experiencia. Cierto es que el tono general de la poesía choca con el carácter festivo de la fecha. En este poema, es la desesperación lo que une al niño a su madre. Sin embargo, aunque oscuro y descorazonador, este poema como todos los de su serie oculta un ténue brillo de esperanza: la presencia de la madre promete amparo y serenidad. A ella le es otorgado el rol de guía y protectora en un mundo inevitablemente opresivo y desconsolador:
Leer el original en inglés acá.
LAMENTO DE NIÑO (de William Blake)
Mi madre gimió, mi padre lloró,
Sobre el peligroso mundo me abalancé.
Indefenso, desnudo, chillando con desesperación
Como un demonio agazapado en una nube.
Forcejeando entre los brazos de mi padre,
Riñendo con mis fajas ajustadas;
Oprimido y agobiado, no hallé mejor consuelo
Que hacer berrinche sobre el pecho de mi madre.
Leer el original en inglés acá.
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