Ejem. Cuentan las malas lenguas que Seco culminó su payada plantándose de pie sobre la silla enclenque y haciendo añicos su criolla contra el suelo de tierra apisonada, al mejor estilo rock-star. Los parroquianos no podían contener su enojo. Algunos, se cuenta, incluso apresuraron su mano en dirección al facón. Pero Seco no les otorgó ventaja. Plegó la bocamanga de su pantalón y atravesó la ventana de un brinco, cayendo listo y montado sobre su veloz corcel... ¿Corcel? De seguro esto merece alguna explicación. Resulta que Pedro Lobato no pudo dejar pasar la propuesta de un art-jam colectivo en Subcultura, y acabó por rendirse ante las exigencias de la propuesta e ilustrando a nuestro bravo héroe en compañía de un robótico y amigable… ¡pony!
He aquí la ilustración (y, quien desee disfrutar de las muchas otras propuestas enviadas por los afiebrados lápices subcultureños, no deje de visitar el grupo subcultura-es en deviantART):
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