Hemos vuelto a las editoriales escritas en Exégesis, y se me ocurrió que, a falta de algo mejor (jeje), podría irlas compartiendo por este medio. Empecemos entonces: Número 40!! de Revista Exégesis; he aquí la editorial, la tira que la acompaña, y una invitación a recorrer este número que no hace más que seguir sumando calidad e ímpetu comiquero...
El dibujante, el guionista, el autor, el narrador… Poco importa la etiqueta o la multiplicidad de manos por las que pasa una página (colorista, rotulador…), la historieta independiente es un fénix que renace de sus propias cenizas, que arde con un fuego que parece consumirlo todo; y cuando está prácticamente sentenciada, vuelve a romper el cascarón. Dos manos, cuatro, seis… En ocasiones es un producto autoral, otras un hecho colectivo, pero si algo la define y diferencia de la historieta comercial es que es puro fuego, sin tibiezas ni moderación, sin control creativo ni sensatez editorial. Arde, y en ese ardor se consumen las historias, las páginas, las vidas de quienes vomitan y consumen este hálito incendiario. ¡Cuántas veces creímos que habíamos llegado al final! ¡Cuántas que ya no nos quedaban fuerzas para continuar! Pero el cómic no se detiene. Exégesis tampoco. Renace eternamente envuelta en llamas. Y este número es puro fuego.
Las historias cortas apelan a nuestros más oscuros sentimientos, azuzados por las oscuras maquinaciones de Gastón Martino, Federico Alduante, Pablo Morcillo y Carlos Sánchez, con una mención especial para nuestro viejo conocido Serafín Gimeno, que se pone el traje de guionista por primera vez en compañía de Segismundo y Nicolás Vignolo. Santiago Girón, Lucien Raven y la recién llegada Memé Candia echan una pizca de poesía a las brazas, mientras los fuegos de artificios quedan en manos de nuestras explosivas series: José García y José Luis Gaitán regresan con un nuevo episodio de ‘Babetool’; Pedro Lobato comienza a desparramar sangre en la segunda entrega de ‘Salvaje’; y Daniel Rosales nos inquieta con una más de sus ‘Historias del Futuro’. Por si esto fuera poco, damos la bienvenida a Krugos y a Paula Edith Suárez, quienes se suman con ‘El coleccionista de nubes’, una nueva serie que promete altas dosis de fantasía andina y una cuota nada despreciable de enredos. Pero ningún número estaría completo sin el novedoso análisis de Neil Cohn, que continúa adentrándonos en su gramática de la narrativa visual, esta vez desnudando la maquinaria sintáctica detrás de toda estructura combinatoria.
Como ven, el fuego sigue vivo, y así seguirá por siempre. De modo que si alguien les dice que esta historia ha llegado a su fin, desconfíen. Porque hay fuegos que nunca mueren, y el de Exégesis es uno de ellos.
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El dibujante, el guionista, el autor, el narrador… Poco importa la etiqueta o la multiplicidad de manos por las que pasa una página (colorista, rotulador…), la historieta independiente es un fénix que renace de sus propias cenizas, que arde con un fuego que parece consumirlo todo; y cuando está prácticamente sentenciada, vuelve a romper el cascarón. Dos manos, cuatro, seis… En ocasiones es un producto autoral, otras un hecho colectivo, pero si algo la define y diferencia de la historieta comercial es que es puro fuego, sin tibiezas ni moderación, sin control creativo ni sensatez editorial. Arde, y en ese ardor se consumen las historias, las páginas, las vidas de quienes vomitan y consumen este hálito incendiario. ¡Cuántas veces creímos que habíamos llegado al final! ¡Cuántas que ya no nos quedaban fuerzas para continuar! Pero el cómic no se detiene. Exégesis tampoco. Renace eternamente envuelta en llamas. Y este número es puro fuego.
Las historias cortas apelan a nuestros más oscuros sentimientos, azuzados por las oscuras maquinaciones de Gastón Martino, Federico Alduante, Pablo Morcillo y Carlos Sánchez, con una mención especial para nuestro viejo conocido Serafín Gimeno, que se pone el traje de guionista por primera vez en compañía de Segismundo y Nicolás Vignolo. Santiago Girón, Lucien Raven y la recién llegada Memé Candia echan una pizca de poesía a las brazas, mientras los fuegos de artificios quedan en manos de nuestras explosivas series: José García y José Luis Gaitán regresan con un nuevo episodio de ‘Babetool’; Pedro Lobato comienza a desparramar sangre en la segunda entrega de ‘Salvaje’; y Daniel Rosales nos inquieta con una más de sus ‘Historias del Futuro’. Por si esto fuera poco, damos la bienvenida a Krugos y a Paula Edith Suárez, quienes se suman con ‘El coleccionista de nubes’, una nueva serie que promete altas dosis de fantasía andina y una cuota nada despreciable de enredos. Pero ningún número estaría completo sin el novedoso análisis de Neil Cohn, que continúa adentrándonos en su gramática de la narrativa visual, esta vez desnudando la maquinaria sintáctica detrás de toda estructura combinatoria.
Como ven, el fuego sigue vivo, y así seguirá por siempre. De modo que si alguien les dice que esta historia ha llegado a su fin, desconfíen. Porque hay fuegos que nunca mueren, y el de Exégesis es uno de ellos.
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