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El Mercado Universal (cómic)

Nunca me canso de alabar la destreza editorial del enorme Owen Watts (es fácil ser arqueólogo en la Gran Bretaña, ¿pero ser arqueólogo y dedicarse a los cómics?). Así y todo, mi primera participación en una de sus colecciones no fue del todo feliz, como ya comenté en alguna oportunidad. Después de esta primera mala experiencia decidí no comprometer más que ideas de medio pelo en su proyecto ‘The Psychedelic Journal of Time Travel’. La primera de ellas fue Karma Traveller, la segunda The Universal Market. Ya tenía este segundo corto en producción cuando recibí el primer número de este emprendimiento y noté lo equivocado que había estado en prejuzgar el nivel general de artistas y argumentos. Fue entonces que me animé a soltar una buena idea (creo yo), que acabó siendo The Film Theory. Ya he hablado de cada uno de estos proyectos en su momento. Quedaba hacerlo más en detalle con The Universal Market, que fue la que más se retrasó. A pesar de la indeseable espera, el guión acabó nada menos que en manos de David Broughton, reconocido aventurero del under inglés. Sabía que el resultado iba a superar lo que esta pequeña idea se merecía, y así fue. Este breve pero intenso viaje de compras transhistórico vio la luz en papel inglés en octubre del año pasado, y este mes acaba de hacer su aparición hispanoparlante en Revista Exégesis, con el título de ‘El Mercado Universal’.

Tres páginas de consumismo futurista e hiperglobalizado, imperios ancestrales y… ¡dinosaurios! ¿Acaso falta algo más? Los invito a leerla y a gozar con los bellos dibujos de David. Y hasta la próxima:


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Lo más leído

Hello (cómic)

H ace unos días publicamos en Exégesis un brevísimo cómic creado junto al fantástico artista colombiano Altais . No es más que una mínima vuelta de tuerca al tema de la inteligencia artificial, tocada (creemos) con una pincelada de humor. Sin mayores preámbulos, ¡que lo disfruten! Leer en Revista Exégesis . Leer en mi galería de cómics . O cliquear debajo para leer en Issuu: Open publication - Free publishing - More altais

El perro triste (cuento)

T enía 17 años cuando tomé la decisión de escribir con asiduidad. De aquella época guardo en mi computadora una carpeta titulada Primera etapa , con un puñado de cuentos escritos entre 1993 y 1995, y que desde el 2000 a esta parte tenía prácticamente olvidados. Durante años, estos cuentos me avergonzaban por su ingenuidad; cuando los escribí, sin embargo, era otra persona y ya no los siento propios. Esto me permitió volver a ellos con menos prejuicios, y hoy creo que se merecen un mejor final que morir arrumbados en un disco rígido ya bastante repleto de cosas olvidadas. Así que decidí revisar toda esta serie -y disimular sus más claras imperfecciones- para publicarla en este blog. Se trata de unos diez cuentos vagamente entrelazados, y mi intención es publicar uno nuevo cada dos semanas, sin ningún orden definido. El primero es el que da nombre a la serie, que había llamado Cuentos de un perro triste. De modo que empecemos: EL PERRO TRISTE Nadie se había puesto de acuerdo en un nombre

El origen de lo ‘bueno’ y lo ‘malo’

E n su 'Genealogía de la Moral', Nietszche proponía la lúcida hipótesis de que las palabras de contenido moral fueron acuñadas por las clases poderosas como un modo de denominarse a sí mismas y de caracterizar sus acciones. Luego, tras la decadencia de esas clases dominantes, las palabras habrían quedado ligadas únicamente a valoraciones morales. Como la mayoría de los ejemplos que da Nietszche provienen del alemán, del inglés o del griego, me tomé el atrevimiento de investigar acerca del origen de los términos ‘bueno’ y ‘malo’ en el castellano. Tal vez mis conclusiones sean apresuradas dado mi escasa (está bien, mi nula) preparación filológica, pero por lo menos, he dado con algunas relaciones sugestivas. A saber: La palabra ‘bueno’ proviene del latín ‘bonus’, que, entre sus muchas acepciones incluye la de ‘rico’, ‘adinerado’. Así parece haber sido utilizada por Cicerón, en “Video bonorum urbem refertam” (“Veo que la ciudad está invadida de ricos” –o, forzando la literalidad