Puede que me equivoque. No suelo ver Susana Giménez, de modo que puede que todo sea una mala interpretación mía. Lo que sé con seguridad es que ayer me molestó la innecesaria ostentación que tuvo lugar mientras la diva jugaba un bueno de truco con González Oro. Lo que percibí es mínimo, y quizá, para muchos, irrelevante. Pero a mí me molestó. Los dos conductores jugaban por plata. De 300 $, el negro dobló la apuesta a 600. Y cuando hubo de poner los billetes en la mesa, sacó sus dólares de la billetera. Parece ser que Susana había ganado ya un partido anterior. Cuando el negro Oro le dijo que tendría que haber donado la plata, ella aclaró que se la había quedado para ella. Lo propio haría él.
E n su 'Genealogía de la Moral', Nietszche proponía la lúcida hipótesis de que las palabras de contenido moral fueron acuñadas por las clases poderosas como un modo de denominarse a sí mismas y de caracterizar sus acciones. Luego, tras la decadencia de esas clases dominantes, las palabras habrían quedado ligadas únicamente a valoraciones morales. Como la mayoría de los ejemplos que da Nietszche provienen del alemán, del inglés o del griego, me tomé el atrevimiento de investigar acerca del origen de los términos ‘bueno’ y ‘malo’ en el castellano. Tal vez mis conclusiones sean apresuradas dado mi escasa (está bien, mi nula) preparación filológica, pero por lo menos, he dado con algunas relaciones sugestivas. A saber: La palabra ‘bueno’ proviene del latín ‘bonus’, que, entre sus muchas acepciones incluye la de ‘rico’, ‘adinerado’. Así parece haber sido utilizada por Cicerón, en “Video bonorum urbem refertam” (“Veo que la ciudad está invadida de ricos” –o, forzando la literalidad...
Comments
Asimismo, concuerdo con tu opinión acerca de Radio 10. Aunque no lo encuentro contradictorio; la ambigüedad oportunista es uno de los rasgos característicos de la política. Para quien lo desea, seguramente es posible encontrar alguna razón que justifique los piquetes de los ricos y deslegitime los piquetes de los pobres. Después de todo, los ricos tienen mucho que perder; los pobres, nada más que sus vidas. Y, hay que ser honestos, hoy en día interesa más el dinero de los ricos que la vida de los pobres.
Uy, creo que me estoy desmoralizando de nuevo...
Con respecto a la película, reconozco que nunca me había interesado por verla; hasta ahora por supuesto. De modo que ya mismo la estoy agregando a mi lista.
Un abrazo.