Mara: ¿Aportó en algo a tu formación como escritor, o a tu forma de escribir, o a tu ser lector o tu vida directamente, el análisis sintáctico de oraciones?
Agrimbau: Sí. Me encantaba el análisis sintáctico y me iba muy bien. Era muy nerd de Lengua y Literatura. Lo que no te dicen es que es mucho más importante la sintaxis y la gramática que la ortografía. La ortografía tiene que estar bien, hasta el Word te la corrige, es algo técnico, sin arte. La sintaxis y la gramática son, antes que nada, cuestiones estéticas. Elegir entre oraciones largas o cortas, administrar adverbios, conjugar elegantemente, todo eso es vital para cualquier escritor.
[A Mansalva: entrevista pública a Diego Agrimbau, Fierroblog]
T enía 17 años cuando tomé la decisión de escribir con asiduidad. De aquella época guardo en mi computadora una carpeta titulada Primera etapa , con un puñado de cuentos escritos entre 1993 y 1995, y que desde el 2000 a esta parte tenía prácticamente olvidados. Durante años, estos cuentos me avergonzaban por su ingenuidad; cuando los escribí, sin embargo, era otra persona y ya no los siento propios. Esto me permitió volver a ellos con menos prejuicios, y hoy creo que se merecen un mejor final que morir arrumbados en un disco rígido ya bastante repleto de cosas olvidadas. Así que decidí revisar toda esta serie -y disimular sus más claras imperfecciones- para publicarla en este blog. Se trata de unos diez cuentos vagamente entrelazados, y mi intención es publicar uno nuevo cada dos semanas, sin ningún orden definido. El primero es el que da nombre a la serie, que había llamado Cuentos de un perro triste. De modo que empecemos: EL PERRO TRISTE Nadie se había puesto de acuerdo en un nombre
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