Querido Presidente Obama:
Nada que no sepa, pero déjeme que se lo diga: el mundo es un lugar raro. En mis años de juventud hubiese dicho ‘alocado’, pero eso era cuando creía que ser alocado estaba bueno y me lamentaba por no serlo.A lo que voy es, ¿alguna vez se pone a pensar en cómo llegó hasta donde llegó? Y no me refiero al salón oval, aunque sin dudas esa también es una historia rara de por sí.Después de todo, usted era líder comunitario y profesor constitucionalista, y si se detiene a pensarlo un segundo, mire dónde terminó: está usando drones para asesinar a gente a la que usted selecciona personalmente como blanco. Y no sólo ha estado a cargo de la inverosímil guerra robótica en Pakistán, Somalía y Yemen, sino que además la ayudó a crecer y evidentemente considera extenderla a Mali, y tal vez incluso a Libia. […]Entiendo que los seres humanos somos terribles prediciendo el futuro. Igualmente, si yo le hubiese dicho allá por el 2003 que, frente al desgaste de un gobierno criminal, votaríamos a un abogado constitucionalista para la Casa Blanca como ‘candidato pacificador’ y que éste haría lo que usted viene haciendo hasta ahora, no me lo hubiese creído, ¿no es así? Y si le hubiese dicho que ése sería usted, le apuesto lo que sea a que se hubiese reído hasta más no poder. […]
Tom Engelhardt (11 de diciembre de 2012) “The Barack Obama story.” Le Monde diplomatique-English edition.
T enía 17 años cuando tomé la decisión de escribir con asiduidad. De aquella época guardo en mi computadora una carpeta titulada Primera etapa , con un puñado de cuentos escritos entre 1993 y 1995, y que desde el 2000 a esta parte tenía prácticamente olvidados. Durante años, estos cuentos me avergonzaban por su ingenuidad; cuando los escribí, sin embargo, era otra persona y ya no los siento propios. Esto me permitió volver a ellos con menos prejuicios, y hoy creo que se merecen un mejor final que morir arrumbados en un disco rígido ya bastante repleto de cosas olvidadas. Así que decidí revisar toda esta serie -y disimular sus más claras imperfecciones- para publicarla en este blog. Se trata de unos diez cuentos vagamente entrelazados, y mi intención es publicar uno nuevo cada dos semanas, sin ningún orden definido. El primero es el que da nombre a la serie, que había llamado Cuentos de un perro triste. De modo que empecemos: EL PERRO TRISTE Nadie se había puesto de acuerdo en un nombre...
Comments