(…) las cuarenta y ocho horas posteriores a la muerte de una figura pública poderosa es cuando la aureola queda permanentemente ajustada en su cabeza. Cuando Ronald Reagan pasó a mejor vida, una potente maquinaria de derecha se puso en movimiento con el objetivo de borrar toda crítica. Ciertamente los demócratas no enfrentaron esta interpretación de la historia y ahora, de acuerdo con las encuestas, los jóvenes menores de 25 elegirían a Reagan antes que a Obama, aún cuando sus políticas continúen siendo profundamente impopulares. Para ponerlo claro: la batalla política sobre la memoria de alguien es una batalla sobre políticas.
Dave Zirin (9 de abril, 2013) “Why Would Anyone Celebrate the Death of Margaret Thatcher? Ask a Chilean.” The Nation.
E n su 'Genealogía de la Moral', Nietszche proponía la lúcida hipótesis de que las palabras de contenido moral fueron acuñadas por las clases poderosas como un modo de denominarse a sí mismas y de caracterizar sus acciones. Luego, tras la decadencia de esas clases dominantes, las palabras habrían quedado ligadas únicamente a valoraciones morales. Como la mayoría de los ejemplos que da Nietszche provienen del alemán, del inglés o del griego, me tomé el atrevimiento de investigar acerca del origen de los términos ‘bueno’ y ‘malo’ en el castellano. Tal vez mis conclusiones sean apresuradas dado mi escasa (está bien, mi nula) preparación filológica, pero por lo menos, he dado con algunas relaciones sugestivas. A saber: La palabra ‘bueno’ proviene del latín ‘bonus’, que, entre sus muchas acepciones incluye la de ‘rico’, ‘adinerado’. Así parece haber sido utilizada por Cicerón, en “Video bonorum urbem refertam” (“Veo que la ciudad está invadida de ricos” –o, forzando la literalidad...
Comments