La población del planeta ronda los 7 mil millones de personas en 2012, y la producción económica global es apenas mayora a 70 billones de euros, de modo que la producción per cápita es de casi 10 mil euros. Si sustraemos un 10% por la depreciación del capital y lo dividimos por 12, nos dará como resultado un promedio per cápita mensual de ingresos de 760 euros, lo cual es la mejor manera de probar nuestro punto. En otras palabras, si la producción global y el ingreso que genera fuesen divididos de modo equitativo, cada individuo en el mundo tendría un ingreso cercano a 760 euros mensuales.
La población de Europa se acerca a los 740 millones de personas, con unas 540 millones viviendo en los países miembros de la Unión Europea, cuya producción per cápita supera los 27.000 euros por año. Los restantes 200 millones de personas viven en Rusia y Ucrania, donde la producción per cápita ronda los 15.000 euros anuales, casi 50% por encima de la media global. La Unión Europea en sí misma es relativamente heterogénea: 410 millones de sus ciudadanos viven en lo que solía denominarse Europa Occidental, con tres cuartos de los mismos viviendo en los cinco países más poblados de la Unión (Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y España), con un PBI promedio per cápita de 31.000 euros por año, mientras que los restantes 130 millones viven en lo que solía ser la Europa Oriental, con una producción per cápita promedio en el orden de los 16.000 euros por año, no tan distinta a la del bloque Rusia-Ucrania.
El continente americano puede ser dividido en regiones bien diferenciadas que son aún más desiguales que el centro europeo y su periferia: el bloque EEUU-Canadá tiene 350 millones de personas con una producción per cápita de 40.000 euros, mientras que América Latina tiene 600 millones de personas con una producción per cápita de 10.000 euros, exactamente igual a la media mundial.
El África Subsahariana, con una población de 900 millones de personas y una producción anual de tan solo 1,8 billones de euros (menos que el PBI francés, de 2 billones), es económicamente la región más pobre del mundo, con una producción per cápita de tan solo 2.000 euros por año. India está apenas mejor, mientras que África del Norte mejora notablemente, y China más aún: con una producción per cápita de 8.000 euros por año, China en 2012 no está tan detrás de la media mundial. La producción per cápita anual de Japón es igual a la de los países europeos más ricos (próxima a los 30.000 euros), pero su población es tan pequeña en relación con la enorme población asiática que su impacto es mínimo en el promedio continental, más próximo a la media de China.
Resumiendo, la inequidad global va desde regiones en las que el ingreso per cápita está en el orden de los 150-250 euros mensuales (África Subsahariana, India) a regiones donde es tan alto como 2.500-3.000 euros al mes (Europa Occidental, América del Norte, Japón), esto es, entre diez y veinte veces mayor.
Thomas Piketty (2014) Capital in the 21st Century.
T enía 17 años cuando tomé la decisión de escribir con asiduidad. De aquella época guardo en mi computadora una carpeta titulada Primera etapa , con un puñado de cuentos escritos entre 1993 y 1995, y que desde el 2000 a esta parte tenía prácticamente olvidados. Durante años, estos cuentos me avergonzaban por su ingenuidad; cuando los escribí, sin embargo, era otra persona y ya no los siento propios. Esto me permitió volver a ellos con menos prejuicios, y hoy creo que se merecen un mejor final que morir arrumbados en un disco rígido ya bastante repleto de cosas olvidadas. Así que decidí revisar toda esta serie -y disimular sus más claras imperfecciones- para publicarla en este blog. Se trata de unos diez cuentos vagamente entrelazados, y mi intención es publicar uno nuevo cada dos semanas, sin ningún orden definido. El primero es el que da nombre a la serie, que había llamado Cuentos de un perro triste. De modo que empecemos: EL PERRO TRISTE Nadie se había puesto de acuerdo en un nombre...
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