"Al juzgar los textos infantiles [escritos por los mismos niños], desgraciadamente, la escuela dirige especialmente su atención al nivel ortográfico-gramatical-sintáctico, que no llega ni siquera al nivel «lingüístico», además de olvidar completamente el complejo mundo de los contenidos. La cuestión es que en la escuela se leen los textos para juzgarlos y clasificarlos, no para comprenderlos. El cedazo de la «corrección» retiene y revaloriza las piedritas, dejando pasar el oro..."
Gianni Rodari (1993) Gramática de la Fantasía: el arte de inventar historias.
E n su 'Genealogía de la Moral', Nietszche proponía la lúcida hipótesis de que las palabras de contenido moral fueron acuñadas por las clases poderosas como un modo de denominarse a sí mismas y de caracterizar sus acciones. Luego, tras la decadencia de esas clases dominantes, las palabras habrían quedado ligadas únicamente a valoraciones morales. Como la mayoría de los ejemplos que da Nietszche provienen del alemán, del inglés o del griego, me tomé el atrevimiento de investigar acerca del origen de los términos ‘bueno’ y ‘malo’ en el castellano. Tal vez mis conclusiones sean apresuradas dado mi escasa (está bien, mi nula) preparación filológica, pero por lo menos, he dado con algunas relaciones sugestivas. A saber: La palabra ‘bueno’ proviene del latín ‘bonus’, que, entre sus muchas acepciones incluye la de ‘rico’, ‘adinerado’. Así parece haber sido utilizada por Cicerón, en “Video bonorum urbem refertam” (“Veo que la ciudad está invadida de ricos” –o, forzando la literalidad...
Comments