"Hitler no eliminó a seis millones de judíos él solo. De hecho, es difícil encontrar algún documento que indique que Hitler mató siquiera a una persona con sus propias manos. Otros lo hicieron por él. Otros siguieron sus órdenes indirectas y monstruosas. Otros interpretaron sus vagos y bizarros mandatos. Estos otros incluyeron a sus principales seguidores, hombres como Göring, Goebbels, Heydrich, Himmler, Eichmann, Reinhard, Kietel, von Ribbentrop, Borman, y Höss. La SS, la Gestapo, la SA y la Einsatzgruppen fueron concebidas y lideradas por hombres de Hitler. La Einsatzgruppen (los “escuadrones de la muerte” de Hitler) buscaban enemigos del estado una vez que las tropas alemanas habían avanzado sobre los territorios conquistados, entre estos Polonia y la Unión Soviética. En Polonia, la Einsatzgruppen fue responsable de la muerte de cerca de 600.000 judíos, aristócratas, intelectuales, religiosos, mujeres y niños. Luego de que la Wehrmacht (el ejército regular alemán) hubiera hecho su trabajo, la Einsatzgruppen llegaba y se aseguraba de cumplir con su mandato: eliminar de modo sistemático a todos los judíos y enemigos políticos de Alemania. Se prometía a los soldados alemanes que ninguna acción llevada acabo durante esta guerra de exterminio sería llevada a juicio, ya que la guerra de exterminio de Hitler fue publicitada a los alemanes como una nueva guerra santa en la que la voluntad de poder justificaba cualquier accionar.
La Wehrmacht también participó de las matanzas, y, lamentablemente, aun civiles persiguieron y asesinaron judíos, gitanos, homosexuales, y a todo aquel que fuese considerado indigno de vivir en el Tercer Reich. En suma: hubo más de un Hitler, inmensamente más."
Joseph Zornado (2001) Inventing the Child: Culture, ideology and the story of childhood.
E n su 'Genealogía de la Moral', Nietszche proponía la lúcida hipótesis de que las palabras de contenido moral fueron acuñadas por las clases poderosas como un modo de denominarse a sí mismas y de caracterizar sus acciones. Luego, tras la decadencia de esas clases dominantes, las palabras habrían quedado ligadas únicamente a valoraciones morales. Como la mayoría de los ejemplos que da Nietszche provienen del alemán, del inglés o del griego, me tomé el atrevimiento de investigar acerca del origen de los términos ‘bueno’ y ‘malo’ en el castellano. Tal vez mis conclusiones sean apresuradas dado mi escasa (está bien, mi nula) preparación filológica, pero por lo menos, he dado con algunas relaciones sugestivas. A saber: La palabra ‘bueno’ proviene del latín ‘bonus’, que, entre sus muchas acepciones incluye la de ‘rico’, ‘adinerado’. Así parece haber sido utilizada por Cicerón, en “Video bonorum urbem refertam” (“Veo que la ciudad está invadida de ricos” –o, forzando la literalidad...
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