Suelo hablar del rescate financiero porque se trata de un robo en marcha, el mayor atraco de la historia monetaria. Pero hoy quiero enunciarlo con un enfoque diferente: ¿qué pasa si el rescate funciona, si el sector financiero se salva y la economía retoma el curso en el que se encontraba antes del azote de la crisis? ¿Eso es lo que queremos? […] ¿Nuestra tarea será rescatar este barco, el mayor barco pirata que existió, o reemplazarlo por una nave más sólida, con espacio para todos? Uno que no requiera que arrojemos a nuestros vecinos por la borda para salvar a los pasajeros de primera clase. Uno que entienda que la Tierra no tiene la capacidad para que todos nosotros vivamos cada vez mejor, pero sí la tiene para que todos vivamos bien. El capitalismo sobrevivirá a esta crisis, pero el mundo no puede sobrevivir a otro retorno del capitalismo.
Naomi Klein, Capitalismo estilo Sarah Palin (en La Nación)
T enía 17 años cuando tomé la decisión de escribir con asiduidad. De aquella época guardo en mi computadora una carpeta titulada Primera etapa , con un puñado de cuentos escritos entre 1993 y 1995, y que desde el 2000 a esta parte tenía prácticamente olvidados. Durante años, estos cuentos me avergonzaban por su ingenuidad; cuando los escribí, sin embargo, era otra persona y ya no los siento propios. Esto me permitió volver a ellos con menos prejuicios, y hoy creo que se merecen un mejor final que morir arrumbados en un disco rígido ya bastante repleto de cosas olvidadas. Así que decidí revisar toda esta serie -y disimular sus más claras imperfecciones- para publicarla en este blog. Se trata de unos diez cuentos vagamente entrelazados, y mi intención es publicar uno nuevo cada dos semanas, sin ningún orden definido. El primero es el que da nombre a la serie, que había llamado Cuentos de un perro triste. De modo que empecemos: EL PERRO TRISTE Nadie se había puesto de acuerdo en un nombre...
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Preferí quedarme con esta frase porque sintetiza lo que también ocurre en nuestro país: la desigualdad. La metáfora del barco chico supone un naufragio a la deriva con probabilidades de hundirse. Sin embargo, en éste barco no se desagota agua para mantenerlo a flote, sino que se desagota a la gente para estabilizar una economía; mediante ajustes, inflaciones devaluaciones, achique de gasto público y pagos a entidades financieras con intereses usureros. Por desgracia, quizás sea nuestro amargo designio, ser testigos de una fenomenal sociedad de características asimétricas (de la que habla Klein) de algunos mega-ricos y de millones de desesperados. Pero éste contexto que en nuestro país es aún más desolador y no ameríta ser descripto ya que supone la misma realidad vista desde el plano de millones de oprimidos (Klein lo menciona de otro modo), se ha agudizado aún más a raiz de una política de desindustrialización aberrante generadora del más vasto desempleo, marginalidad y economía de magra subsistencia. Mejor no mencionar el pago de usa deuda externa insoslayable que preserva, de alguna manera, éste status quo capitalista jamás antes visto en la historia. Un saludo.
Y como siempre, gracias por tomarte un tiempo para compartir tus muy interesantes comentarios.